El Blue Lagoon: El sitio más visitado de Islandia
El Blue Lagoon, o Bláa lónið en islandés (o Laguna Azul en español), es un balneario geotermal súper conocido en todo el mundo. Sus aguas de un azul lechoso, llenas de sílice y azufre, la convierten en una visita obligatoria si estás explorando esta isla de hielo y fuego. Imagínate estar rodeado de lava con el agua a unos 37-39 grados: es una experiencia que no puedes perderte.
En esta guía encontrarás todo lo necesario para organizar tu visita sin complicarte la vida.
Historia y origen del Blue Lagoon
El Blue Lagoon no empezó siendo un lugar turístico. Allá por los años 70, la central de energía Svartsengi, que genera electricidad, dejó que el agua caliente sobrante fuera a parar a una especie de laguna en medio de la lava. No lo hicieron a posta, simplemente sucedió. En 1976, un joven islandés llamado Valur Margeirsson decidió meterse en esa agua para ver si le ayudaba con la psoriasis, y al parecer le funcionó: su piel mejoró mucho. A partir de ese momento, la gente empezó a fijarse en el sitio. Para 1987, se abrió al público con lo básico: duchas y una pequeña zona de playa junto a la central. Ahí empezó todo.
A partir de ahí, el lugar fue creciendo. En 1992 fundaron la empresa Blue Lagoon Limited para gestionar todo y averiguar por qué el agua era tan buena para la piel. Vieron que tenía sílice y algas muy beneficiosas. En 1994, abrieron una clínica para tratar la psoriasis y, en 1995, lanzaron productos de cuidado de la piel hechos con el agua de la laguna. Ya en 1999, construyeron un balneario más grande y moderno, con saunas y baños de vapor, para mejorar la experiencia de quienes lo visitaban.
En 2005 sumaron un hotel para gente que quisiera tratarse la piel allí mismo, mezclando lo médico con el ambiente de spa. Después, en 2018, llegó The Retreat, un hotel de lujo con su propio spa y restaurante. Últimamente, los volcanes y terremotos han dado algunos sustos (en 2023 y 2024 incluso tuvieron que cerrar temporalmente), y la lava llegó hasta el aparcamiento en noviembre de 2024. Pero el balneario sigue funcionando, y hoy en día, está de nuevo en marcha y recibiendo a más de un millón de personas cada año. Es fácil ver por qué ir a el Blue Lagoon se ha convertido en algo casi obligado cuando visitas Islandia.
Para rematar, en 2012 la revista National Geographic la nombró una de las 25 Maravillas del Mundo, con lo que se hizo aún más famosa.
Planificando tu viaje
Si quieres ir en verano (de junio a agosto), te vas a encontrar con días larguísimos, desde las 7 de la mañana hasta medianoche. Así tendrás mucho más tiempo para hacer todo lo que quieras. En invierno (de diciembre a febrero) suele haber menos gente, y con un poco de suerte puedes ver la aurora boreal desde el agua (aunque fuera haga bastante frío).
Ubicación y cómo llegar
El Blue Lagoon está en la península de Reykjanes, al suroeste de Islandia, a 49 kilómetros de Reikiavik y a 23 del Aeropuerto de Keflavik.
Lo más cómodo es alquilar una cámper (o un coche), porque así no dependes de horarios de autobuses o excursiones. Además, podrás recorrer el resto de la península de Reykjanes a tu aire.
Desde Reikiavik, toma la carretera 41 hacia el suroeste. Es una carretera con dos carriles, asfaltada y en buen estado, que atraviesa unos campos de lava impresionantes. Después de unos 30 minutos, cambias a la carretera 43, que te lleva directo al Blue Lagoon. Allí encontrarás un aparcamiento grande y gratuito, así que no tendrás ningún problema para dejar el coche.
Si lo de conducir no te apetece, hay autobuses desde Reikiavik por 3.900 ISK ida y vuelta (unos 27 euros) o desde Keflavik.
¿Hay que reservar con anticipación?
Como es un sitio tan popular —llega a recibir hasta 2.000 visitantes al día en temporada alta—, lo mejor es que reserves tu entrada y alojamiento (si piensas quedarte) con varias semanas o incluso meses de antelación en bluelagoon.is.
Precios del Blue Lagoon
Cuando planees tu visita, vas a ver que hay diferentes tipos de entrada, y el precio varía según lo que incluyan. Tienen tres paquetes principales —Comfort, Premium y Signature—, cada uno con sus extras. Como hemos explicado antes, tienes que reservar online en bluelagoon.is sí o sí porque no venden las entradas allí mismo, y los precios cambian según la hora del día o la temporada.
Paquete Comfort
La opción más sencilla es el Comfort, que empieza en 69 euros. Incluye la entrada a la laguna, una mascarilla de barro de sílice en el bar de mascarillas dentro del agua, una toalla y una bebida (puede ser un zumo, cerveza o batido). Es suficiente si quieres la experiencia básica, que es básicamente disfrutar de la laguna.
Paquete Premium
Si buscas algo más completo, tienes el Premium, que sale desde 89 euros. Incluye lo mismo que el Comfort, pero te da dos bebidas en vez de una, además de dos mascarillas extra (normalmente de algas o lava) en el bar, aparte de la de sílice. También te prestan un albornoz para usar durante la visita. Es genial si te quieres dar un capricho y no te importa gastarte un poco más de dinero.
Paquete Signature
La opción más completa es el Signature, desde 114 euros. Trae todo lo del Premium —entrada, mascarilla de sílice, toalla, dos bebidas, dos mascarillas extra y albornoz—, pero además te dan para llevarte a casa un pack de productos para la piel: una mascarilla de sílice de 30 ml y otra mineral de 30 ml, valoradas en unas 11.000 ISK (unos 76 euros). Es una gran opción si vas con ganas de llevarte algún producto a casa.
Cómo es la experiencia en el Blue Lagoon
Cuando llegas al Blue Lagoon, suele haber mucha gente esperando, así que lo normal es que te toque hacer algo de cola. Cuando te toca, te ponen una pulsera que usas para pagar todo lo que quieras dentro: bebidas, snacks o lo que sea. Simplemente la escaneas y pagas al salir. También te dan una toalla para usar cuando salgas. Después pasas a los vestuarios (no son la gran cosa en comparación con el resto del sitio, pero cumplen de sobra). Te cambias, dejas tus cosas en una taquilla que se cierra con la pulsera y, antes de entrar al agua, toca ducharse sin ropa porque es una norma que tienen. Si no te hace gracia ducharte delante de gente, hay duchas privadas con puertas que puedes usar sin problema.
El agua suele estar entre 37 y 39 grados, aunque cerca de los puntos de calor puede llegar a 41. Es una mezcla de agua de mar (dos tercios) y agua dulce, calentada zonas super profundas de la tierra antes de subir a la superficie. Tiene mucha sílice (que se ve blanca al secarse) y azufre (que le da ese tono azul tan chulo). Dicen en Islandia que va muy bien para la piel, sobre todo si tienes psoriasis. Mucha gente dice que nota la piel mucho más suave después de pasar un rato bañándose aquí.
Cómo es estar allí
Desde los vestuarios caminas más o menos un minuto bajo techo y luego otro minuto al aire libre hasta llegar a la laguna. En ese pequeño tramo hasta que te metes (y después del sales) en el agua puede que tengas frio, así que recuerda dónde dejas la toalla porque no puedes entrar con ella al agua. La profundidad va de 0,8 a 1,4 metros, así que puedes andar o flotar sin dificultad. Son unos 8.700 metros cuadrados, así que incluso cuando está llena hay bastante sitio para moverse. Si vas un poco hacia los bordes o las rocas, suele estar más tranquilo, con menos gente. El vapor sube del agua calentita y se junta con el aire fresco, que puede ser de 5 grados en invierno o 15 en verano. La sensación es muy curiosa: tu cuerpo está calentito por debajo y tu cara está fresca mientras.
El fondo de la laguna es suave por la sílice, pero las rocas que están fuera son bastante ásperas, así que ve con cuidado si andas por ahí. Al principio huele un poco a azufre, pero te acostumbras en nada.
Cosas que puedes hacer
Hay un bar de mascarillas en el propio agua. Con la entrada básica te dan una mascarilla de sílice gratis: te la pones, esperas 10 minutos y te la aclaras; la piel se queda súper suave. Te tengo que decir que es bastante complicado que la mascarilla te dure 10 minutos puesta, pero bueno. Lo que te dure durará.
Si tienes la entrada Premium o la Retreat, también te pueden dar mascarillas de algas, que hidratan, o de lava, que limpian más en profundidad. Cuestan entre 2.000 a 3.000 ISK (unos 15-22 dólares) si no vienen incluidas.
Además, hay una cascada artificial que cae con muchísima fuerza: si te pones debajo, es como si te estuvieran dando un masaje en los hombros que relaja un montón. También tienes sauna y baño de vapor sin coste adicional, a unos 40 o 50 grados, y la humedad es tan alta que te deja la piel limpísima.
Beber algo en el agua
Si te entra sed, no hace falta salir del agua para pedir algo. En el bar de la laguna, tienes una bebida incluida con tu entrada: puede ser un batido de Skyr (un yogur islandés buenísimo), una cerveza local, un poquito de vino espumoso o zumo. Pides y escaneas la pulsera para pedir, y pagas te vayas del establecimiento. Si quieres repetir, una cerveza extra sale por 1.500 ISK (alrededor de 10 euros y un cóctel por 2.200 (unos 15). Eso sí, solo puedes tomar un máximo de 3 bebidas alcohólicas. Pagas al final si superas lo que incluye tu entrada.
Cuánto tiempo y cuándo ir
Mucha gente se queda unas 2 o 3 horas, pero en realidad puedes quedarte todo el día si te apetece. Si vas entre las 8 y las 10 de la mañana, suele haber menos gente. Si puedes hacer eso, yo te lo recomiendo para evitar las multitudes sobre todo en verano, cuando pasan por allí hasta 2.000 personas al día. También mola ir al atardecer, porque ya se ha ido bastante gente y la luz sobre el agua es espectacular. Si has reservado el Retreat Spa, calcula al menos 4 horas para sacarle partido a todo.
El Blue Lagoon de noche
Visitar el Blue Lagoon de noche es completamente diferente. Hay mucha más calma y silencio porque la mayoría de la gente se ha ido. Además, si vas en temporada, tienes muchas papeletas de ver las auroras boreales mientras estás en el agua. Es una locura. Y si vas en verano, puedes experimentar el Sol de Medianoche, que es cuando casi no oscurece y parece que siempre es un atardecer eterno incluso después de medianoche. Es una experiencia bastante única.
Dormir en el Blue Lagoon
Quedarte a dormir en el Blue Lagoon es una experiencia espectacular (si te lo puedes permitir). Hay dos hoteles que le pertenecen, ambos en la península de Reykjanes, rodeados de lava cubierta de musgo que parece de otro planeta.
Hotel Silica: sencillo y acogedor
El Hotel Silica cuenta con 35 habitaciones. Abrió en 2005, aunque se renovó en 2016. El estilo es simple, con paredes blancas, madera clara y grandes ventanas que dan a la lava. Cada habitación ronda los 25 metros cuadrados, con una cama grande (o dos individuales), terraza privada y un baño con ducha tipo lluvia. La joya es su laguna privada de unos 200 metros cuadrados, a 37-39 grados, que abre de 9 de la mañana a 10 de la noche solo para huéspedes. Está a unos 10 minutos a pie de la laguna principal (o te llevan gratis en coche si no tienes ganas de andar). Dormir allí cuesta 96.000 ISK la noche (unos 660 euros) para dos personas, con desayuno incluido (pan recién hecho, Skyr, salmón ahumado), entrada Premium al Blue Lagoon (toalla, albornoz, bebida y mascarilla) y acceso ilimitado a su laguna privada.
Es perfecto para familias porque admiten niños desde 2 años y, si hace falta, se pueden poner camas extras por 10.000 ISK (unos 74 dólares). Está bien si quieres un sitio guay sin gastarte un dineral excesivo. El check-in es a las 3 de la tarde, pero si llegas antes, puedes usar la laguna privada desde por la mañana. Tienen Wi-Fi gratis, aparcamiento y un lugar para guardar el equipaje.
Hotel Retreat: más lujo y tranquilidad
El Hotel Retreat es de 5 estrellas, se inauguró en 2018 y tiene 60 suites que empiezan en los 40 metros cuadrados. Está diseñado para camuflarse en el entorno de lava, usando piedra oscura, madera oscura y grandes cristaleras. Tiene un spa subterráneo con saunas, piscinas y masajes en el agua desde15.000 ISK (unos 102 euros). Además, tiene su propia laguna de 300 metros cuadrados, abierta día y noche solo para sus huéspedes.
Dentro del complejo, tienes el restaurante Moss, que tiene una estrella MICHELIN. La habitación sale por 220.000 ISK la noche (unos 1500 euros) para dos personas, con desayuno (huevos frescos, bollería local), acceso al Spa y la Retreat Lagoon sin límite, entrada de nivel Retreat a la laguna principal, café y dulce por la tarde y clases de yoga en grupo. También incluye un minibar con productos locales y los artículos de baño de la marca Blue Lagoon. Está pensado más para adultos y parejas–solo aceptan niños de 12 años en adelante–y ofrecen un servicio de concierge que te puede ayudar a organizar excursiones o reservas.
¿Cuál es mejor?
El Silica es más relajado y viene bien si viajas con niños o prefieres no gastarte tanto dinero, pero aún así quieres algo de calidad. El Retreat más para quienes buscan lujo y no les importa pagar más, y quieren tener acceso a todo a cualquier hora. Si piensas ir en verano (de junio a agosto), lo mejor es reservar con 2 o 3 meses de antelación en bluelagoon.com/accommodation porque se llena rápido.
Comida y bebida en el Blue Lagoon
En el Blue Lagoon hay casi de todo, desde cosas para picar algo rápido a platos más elaborados, siempre con el producto local (pescado fresco y hierbas que cultivan allí) como protagonista.
Comida rápida en el restaurante Lava
El restaurante Lava es un sitio informal con ventanas que dan directamente a la laguna. Abre de 11:30 de la mañana a 9 de la noche, aunque puede variar según la época del año.Tienen entrantes como sopa de cigalas o remolachas doradas y rojas al horno, por precios entre los 22 y los 26 euros. Los platos principales son más elaborados; por ejemplo, una coliflor a la parrilla con tomates, uvas y quinoa por 40 euros, o un bacalao local con manzanas, puré de patatas, salsa de marisco e hinojo por 45. Los postres también merecen la pena, con Crème Brûlée, mousse vegana de limón o Ganache de Skyr. Está muy bien para comer algo después de bañarte y, si pillas mesa junto a la ventana, las vistas molan mucho.
Comida de lujo en el restaurante Moss
El Moss es más refinado y tiene estrella MICHELIN. Está dentro del complejo del Retreat Hotel, y se puede ir andando desde la laguna. Sirven cenas de 6 a 9:30 de la noche. Ofrecen un menú de 7 platos por 34.900 ISK (unos 240 euros), con cosas como vieiras, cordero cocinado a fuego lento y postres con musgo comestible. También hay una opción vegetariana muy currada. Los vinos empiezan en 12.000 ISK (alrededor de 82 euros) la botella y marida genial con lo que sirven. Si quieres asegurarte una mesa, te diría de reservar con un mes de antelación y que te vayas un poco más elegante (nada de ir en chanclas o en bañador).
Consejos prácticos
Saber un par de cosas antes de ir al Blue Lagoon te ahorrará problemas, desde qué llevar hasta no morirte de frío al salir o respetar las normas.
Qué llevar y cuándo llegar
Lleva un bañador oscuro si puedes, porque la sílice puede dejar marcas en los bañadores claros. También te recomiendo que lleves unas chanclas que no resbalen, porque por fuera el suelo está mojado y durito. Una bolsa impermeable para el móvil o la cámara es útil por si quieres hacer fotos estando dentro del agua. Evita llevar joyas de plata u oro, porque el azufre las estropea; mejor algo de plástico si quieres llevar algo puesto.
Lo ideal es llegar unos 15 o 30 minutos antes de tu hora para hacer el check-in y ducharte sin prisas.
Qué hacer antes de entrar
Es obligatorio ducharse sin ropa antes de meterte en el agua (costumbre islandesa de higiene). Hay cabinas cerradas si no quieres que nadie te vea, y también te dan jabón y acondicionador gratis. Ponte acondicionador antes y después para que el pelo no se quede áspero por la sílice; si lo tienes largo, mejor recógelo. Bebe agua antes y después, porque el calor deshidrata bastante; allí venden botellas por 500 ISK (unos 3,5 euros), pero puedes llevar la tuya si quieres.
Cómo es el tiempo fuera
Fuera del agua suele hacer unos 5 grados en invierno (a veces llega a -5 con viento) y en verano ronda los 15. Llévate una chaqueta y algo para la cabeza para esos 20 metros que hay entre los vestuarios y la laguna. Si no tienes albornoz (que lo incluyen en Premium o Retreat), puedes alquilar uno por 1.900 ISK (13 euros). Si usas gafas, considera lentillas porque el vapor las empaña.
Dónde guardar tus cosas
Si vas con maletas grandes, hay taquillas en el parking en las que las puedes dejar por 800 ISK cada una (5,5 euros). Dentro, en los vestuarios, tendrás otra taquilla para tus cosas más pequeñas, que se cierra con la pulsera.
Si vas con niños o estás embarazada
Si estás embarazada, es buena idea consultar con tu médico si planeas quedarte más de una hora, principalmente por el calor. Para niños a partir de 2 años, hay chalecos salvavidas gratis en la entrada, pero no dejes de vigilarlos. Con eso aclarado, ya estás lista para disfrutar.
Conclusión
En resumen, el Blue Lagoon es una visita obligada en Islandia. Empezó siendo agua que salía de una planta de energía y se ha convertido en el balneario más famoso de todo el país. Solo necesitas un poco de organización (reserva con tiempo y elige bien la hora para ir) y a disfrutar. Actualmente sigue abierta, a pesar de la actividad volcánica cercana. Es un lugar muy agradable para pasar el día en la península de Reykjanes.